Un poder notarial de salud (HPOA, por sus siglas en inglés) es un documento especial que permite que otra persona tome decisiones de salud por usted si usted no puede hacerlo usted mismo.
A voluntad es como dejar una nota que diga quién recibe tus cosas cuando ya no estás cerca. Pero, ¿y si todavía estás aquí pero no puedes hablar sobre lo que quieres? Ahí es donde interviene la HPOA. Mientras que un voluntad habla de tus cosas, un HPOA se trata de ti y de lo que querrías para tu salud.
Digamos que alguien está en un accidente y está en el hospital. No pueden hablar porque están dormidos de la medicina o están demasiado lastimados. Es posible que los médicos necesiten saber qué hacer a continuación. Si esa persona tiene un HPOA, la persona que ha elegido (llamada su “agente”) puede decirle a los médicos lo que creen que la persona lesionada querría. Es como tener una voz de respaldo.
Un HPOA es un documento muy importante con implicaciones legales. Como tal, hay reglas especiales:
Decisión: Primero, la persona decide en quién confía más para tomar decisiones de salud por ella. Podría ser un padre, un hermano, un amigo o cualquier persona que sientan que hará lo mejor para ellos.
Papeleo: Luego llenan un formulario oficial que dice: “Oye, esta es la persona en la que confío para tomar decisiones de salud por mí si no puedo”.
Testigos o Notario: Después de eso, por lo general un par de adultos (llamados testigos) ven a la persona firmarlo, luego lo firman también, para probar que todo es legítimo. Un “notario público” que lo estampa para hacerlo súper oficial también puede presenciar el documento.
Cuidia: Una vez que firme y selle el documento, asegúrese de mantenerlo seguro. Es una buena idea avisarlo a los médicos y familiares cercanos, para que estén preparados en caso de que pase algo.
Opciones equivocadas: Si alguien no piensa cuidadosamente sobre a quién elige como su agente, esa persona podría tomar decisiones que no le gustaría. ¡Imagina a alguien en el juego eligiendo todos los caminos que no lo harías!
Sin saber: Los médicos o familiares que no conocen la HPOA podrían tomar decisiones sin consultar al agente elegido. Es como jugar un juego de equipo pero no decirle a tu equipo el plan.
No actualizado: Digamos que alguien hizo un HPOA cuando tenía 20 años, y ahora tiene 40. La persona que escogieron en ese entonces podría no estar cerca o ser la mejor opción, o incluso estar viva. Si no actualizan el HPOA, podría haber confusión.
Los malentendidos: Si el HPOA no está claro o le faltan algunos detalles, los médicos podrían confundirse sobre qué hacer. Es como tener instrucciones borrosas para un nivel de juego complicado.
Cuestiones legales: A veces, puede haber desacuerdos si hay errores en el HPOA o si varias personas piensan que saben lo que es mejor. Puede ser desordenado, con la gente discutiendo sobre el camino correcto a seguir.
Tener un poder notarial de salud es un gran problema. Garantiza que tu voz siga siendo escuchada, aunque no puedas hablar. Al igual que en un testamento en el que querrías asegurarte de que tus cosas van a las personas adecuadas, con un HPOA, te estás asegurando de que la persona adecuada te esté cuidando cuando más importa. Se trata de planificar con anticipación y asegurarse de que te atiendan, incluso en situaciones inesperadas. Entonces, en el juego de la vida, ¡siempre es mejor estar preparado con las estrategias y herramientas adecuadas!